Septiembre 25, 2010
Tuxtla Gtz. Chiapas.
Katia me citó a las 3 de la tarde cuando su maquillaje iría un poco avanzado después de un relajante masaje en un selecto spa en el fraccionamiento la hacienda, de hecho se sorprendió al verme llegar, pues como iban retrasados pensó que era más tarde, eran 2:55 pm cuando la saludamos y empezábamos la aventura de su boda con Ernesto.
Es un lugar en el que la novia se sintió muy relajada, por la atención que le brindaron, fue en un ambiente tranquilo, en el que a solicitud de ella se ambientó con música que ella misma llevó. El maquillaje se dio primero para posteriormente pasarla a realizarle el peinado.
El tiempo apremiaba y de acuerdo a nuestro plan, me tenía que retirar a realizar la toma de los accesorios de la boda, por lo que tuve que salir del spa, antes de que terminaran de maquillar a la novia, asi que tomé rumbo hacia la casa de Katia, en donde ya había preparado todos los accesorios que serían utilizados.
El vestido, los anillos, las arras en fin, todos los accesorios que seguramente fueron escogidos muy cuidadosamente para una fecha tan especial.
La novia llegó del spa, subió y rápidamente se enfundó en su hermoso vestido de novia, que seguramente después de las pruebas correspondientes le quedó excelente y la hacía lucir muy bien.
Nos dirigimos hacia el jardin del hotel en donde se ofrecería el banquete, que para ésta hora fue la locación ideal para el photo shoot de los novios.
Con el cuidado que se merecía el vestido y tratando de no mojarlo, fuimos rodeando los jardines y realizando una muy relajante y amena sesión fotográfica, Katia y Ernesto la pasaron de lo mas divertido y en sus fotografías lo expresaron, sonrisas y bromas entre ellos y sus acompañantes hicieron sentir que fue un corto tiempo la sesión.
Después de un lapso de espera había que arribar a la iglesia de San Isidro labrador, que lucía muy bonita con una excelente iluminación y una muy elegante decoración
Los invitados ya esperaban, y poco a poco fueron llenando la iglesia en espera del inicio de la misa.
Puntualmente hicieron su entrada primero Ernesto y al final Katia, el cortejo entró muy ordenado ante la conmovedora mirada de padres familiares y amigos y para hacerlo aún más emotivo el padre de la novia le dirigió unas bellas palabras a Ernesto, que emocionaron a Katia hasta las lágrimas, Ernesto respondió comprometiéndose a no fallarle.
Después de esto los novios tomaron su lugar para concentrarse de lleno en su misa. Una misa muy bonita con colaboración de los padres de ellos en diversos momentos de la ceremonia, pues fueron invitados por el sacerdote a decirles unas palabras y por supuesto un abrazo y felicitación.
Cuando la misa terminó no podían negar su felicidad, salieron de la iglesia como esposos y con una gran sonrisa en sus labios.
Al llegar nuevamente al hotel los invitados ya se iban acomodando, mientras los novios hacían tiempo para la ceremonia civil, y aprovechando ése tiempo realizamos las fotografías familiares, padres hermanos y algunos amigos pasaron a aprovechar el momento para retratarse con los nuevos esposos.
La juez llegó puntual y la ceremonia civil se llevó a cabo en un salón anexo al salón principal, se recabaron las firmas de los novios, padres y testigos para ahora si ante Dios y los hombres ser esposos.
El salón lucía hermoso completamente abierto, y las mesas finamente decoradas para atender a todos los invitados que muy alegremente esperaban la entrada de los recién casados; cuando por fin lo hicieron los invitados se pusieron de pie y aplaudieron su llegada.
De inmediato el padrino asignado realizó el brindis correspondiente en compañía de los novios y sus respectivos padres; de ahí pasaron al momento más romántico de la noche, en donde bailaron la canción seleccionada por ellos para ser su primera pieza de casados.
Para terminar el protocolo, se invitó a los padres y familiares mas cercanos a compartir la pista con los novios.
Y ahora si, party time!! Era momento de lanzar todo: el ramo, la liga y el novio volaron por los aires y la pista quedó abierta la gente la llenó de inmediato querían bailar y no se hicieron del rogar, esto solo se interrumpió un momento cuando se sirvió la riquísima cena ofrecida por los novios.
Una vez que terminó la pista nuevamente se llenó y no volvió a quedar vacía en ningún momento, los novios bailaron durante mucho tiempo pero también se dieron el tiempo de agradecer en las mesas las atenciones que tuvieron con ellos.
Gracias a que el evento lo cubrimos con 2 cámaras no perdimos detalles, pues mientras tomábamos fotografías con los novios en las mesas, la otra cámara tomaba el ambiente en la pista de baile.
Y asi transcurrió la divertida fiesta, de la boda de Katia y Ernesto, nuestro tiempo había acabado pero al salir vimos que el mariachi estaba por entrar, asi que armamos nuevamente nuestro equipo para cubrir el grandioso cierre, de una grandiosa boda.